John Carter o los caprichos del destino

Hace poco, apareció uno de los peces gordos de Disney y anunció que John Carter, la adaptación de la famosa novela de Edgar R. Burrows que abre su saga de ciencia-ficción sobre los habitantes de Marte. Igual que es un capricho que el protagonista viaje hasta el planeta rojo, parece igual de caprichoso el fracaso de la película pues como otros han dicho, la película no es tan mala.
John Carter narra las aventuras de un ex-soldado confederado propietario de la obligada tragedia personal en el pasado que viaja sin querer hasta Marte donde será protagonista del final de un gran conflicto que dura muchos años entre las dos razas autóctonas.
Está película se clasifica dentro del género de la Acción/Aventura con un despliegue visual majestuoso que aprovecha al máximo el exótico escenario de un planeta ajeno, clásico en la ciencia-ficción. Con el presupuesto manejado (250 millones) la calidad de la factura técnica se da por supuesto. Los actores cumplen sin llegar a sorprender, otro "por supuesto" en Hollywood en la mayoría de películas palomiteras. El director, autor de WALL-E, obra maestra obligatoria, tampoco llega a dejar ningua huella especialmente vistosa de su presencia
No he leído la novela original así que no conozco el material con el que trabajaron sus guionistas, pero el entramado argumental está bien trenzado sin llegar a brillar en ningún apartado. De hecho, sí hay algunas explicaciones un poco extrañas como el enredo al final, pero nada excesivamente grave. El grueso de la trama gira alrededor del cambio de actitud de John y es ese proceso, vacío y previsible, el que arrastra demasiado algunas secuencias más tranquilas.
Comparada con otras infamias audiovisuales que se han paseado por la gran pantalla, John Carter no merecía el trompazo que se ha pegado pero a pesar de todas las previsiones y predicciones, el ser humano aún sigue teniendo esa pizca de impredecibilidad.

El Agravio o todo el mundo tiene razón

El Agravio es el título de la última novela de misterio que he leído. El autor se llama Barry Eisler y la contraportada dice que el tipo trabajó para la CIA así que supongo que sabe lo que hace cuando escribe sobre espías y conspiraciones.
La novela cuenta la historia de un abogado de Silicon Valley que anda tras la patente de un nuevo y revolucionario programa. Todo se tuerce cuando el inventor y el encargado de la patente son asesinados y al abogado no le queda más remedio que pedir ayuda a su hermano militar con el que no se habla desde hace años.
Como veis, la trama no es lo más original del mundo y su ejecución tampoco es para tirar cohetes pero tiene algunos elementos interesantes. El trasfondo del autor y una exhaustiva documentación le permiten crear a un personaje combatiente, una especie de comando o espía militar bastante verosímil. Barry insiste mucho en compartir con el lector todos los pensamientos tácticos y estratégicos que le pasarían por la cabeza a ese tipo de agente y eso se agradece.
Cada capítulo del libro tiene a uno de los personajes protagonistas como punto de vista y una de las partes más interesantes del libro es leer las justificaciones, excusas o explicaciones que los dos hermanos, muy diferentes entre sí, hacen de un mismo acontecimiento, ya sea de su pasado o del presente inmediato. Hay una máxima que dice que no hay una verdad sino muchas, una por cada persona en el mundo, y esta novela, sin ser nada del otro mundo, hace un buen trabajo en mostrar precisamente eso, que el filtro con el que cada uno ve el mundo lo transforma y que todos esos individuos tienen razón, al menos en su cabeza.

La Isla de Borbón 1730: Dame más piratas, por favor...

La Isla del Borbón 1730 es un cómic escrito por Appollo, guionista francés que no conocía hasta ahora y del que espero descubrir algo más, y el archiconocido Lewis Trondheim, en el que cuentan la historia de la Isla de Borbón en el año 1730. La isla en cuestión fue un refugio de piratas retirados donde se mezclaron los conflictos raciales, de clase con el declive de los piratas. Este cómic está basada en hechos históricos aunque los autores nos recuerdan en la segunda página que se trata de una obra de ficción.
Este cómic asalta su argumento mediante varias tramas que se mezclan de forma orgánica y que forman un paisaje natural y atractivo donde los piratas se han convertido en terratenientes, los negros buscan escapar de la esclavitud y unos pocos jóvenes sueñan románticamente en mundos que no son posibles.
Sobretodo durante los primeros compases, el lector sigue al joven ayudante de un científico obsesionado con el  extinguido dodo mientras su obsesión son los piratas. Enseguida, empezamos a conocer a un amplio grupo de personajes variopintos que nos muestran los distintos grupos que conviven en la Isla de Borbón, sus miedos y sus intereses.
Aunque antes he hablado de argumento, aparentemente, este comic se limita a presentar la situación de la Isla pero en ningún caso lo digo como reproche. El tapiz de relaciones, matizadas todas por los acontecimientos del pasado, entre las diferentes facciones y figuras de Borbón está muy bien escrito y resulta ser tremendamente interesante. De hecho, mi mayor queja en relación a este cómic es la terrible ausencia de una continuación. La Isla de Borbón 1730 es un retrato vivo y apasionante de un época poco explorada en el mundo de la ficción que encantará a aquellos que disfrutan de la creación de mundos coherentes y complejos.

Dios en persona: la filosofía en la viñeta

"Dios en persona", de Marc-Antonie Mathieu, es un cómic crítico y reflexivo con un punto de partida original y atractivo: la aparición de Dios encarnado en una ciudad cualquiera. El cómic tiene el formato de un reportaje, con sus entrevistas y demás parafernalia, que relata la visita de Dios y las reacciones del resto de habitantes de la ciudad. Como he dicho, los dos elementos básicos de este cómic son la crítica humorística de nuestra sociedad y sus absurdos junto con profundas reflexiones teológicas y filosóficas. Las secciones de crítica social apuntan a cuestiones que han sido abordadas por innumerables autores en el pasado pero el enfoque de Mathieu y su estilo y forma generan unos gags originales que se apoyan en el contraste, el absurdo y las paradojas que tanto abundan hoy en día. Por otro lado, los momentos de reflexión llegan y se van con alarmante rápidez y garantizan la necesidad de una segunda y tercera lectura si quieres asimilar y digerir todos los conceptos que aparecen.
Formalmente, este cómic tiene un aspecto peculiar, marcadamente expresionista y con una fijación con las masas de gente y con los vacíos casi absolutos. El dibujo no es espectacular ni mucho menos pero complementa perfectamente el tono y esencia del cómic.
Personalmente, este cómic me ha recordado un poco a un grata lectura que realicé hace años: Remolcando a Jehová de James Morrow. Si os gustan las complejas reflexiones sobre la existencia de Dios y sus implicaciones, ambas lecturas os resultarán ampliamente satisfactorias.

Incendies: Encuentros en el pasado

Recientemente, me han encargado una reescritura de un tratamiento y me recomendaron ver esta película pues había ciertos paralelismos que la hacía recomendable. Incendies es una película canadiense que ha obtenido muy buenas críticas y que estuvo nominada a los Oscar como película extranjera. La película cuenta la historia de dos hermanos que intentan desentrañar los muchos secretos de su madre tras su muerte, incluyendo la existencia de un hermano que no conocían y el paradero de un padre que creían muerto.
Este viaje al pasado se realiza mediante flashbacks introducidos por el viaje de los personajes al país natal de su madre: el Líbano. Sin destrozar el argumento diré que las trágicas peripecias de la madre giran alrededor de la guerra civil y de las atrocidades y miserias que cualquier guerra provocan. A pesar del alto contenido dramático, los guionistas han sabido dosificar muy bien los momentos de mayor tensión e intriga para que la historia fluya sin llegar a aburrir en ningún momento, incluso llegando a sorprender con algún giro argumental.
Mientras veía Incendies, fui capaz de adivinar o prever uno de esos giros más importantes pero la realización de esa y posteriores secuencias está tan bien hecha que mi disfrute apenas se redujo y eso es siempre muy buena señal. Por supuesto, todos los aspectos técnicos están a la altura.
Incendies es una película muy interesante y bien realizada que, a pesar de no ser cine comercial o de fácil acceso, sabe manejar sus ingredientes para ofrecer una historia que engancha. Drama e intriga de calidad con una factura muy alejada del sello hollywoodiense. Recordad que desintoxicarse de vez en cuando no es sólo bueno sino necesario.

Awake o sobre la tristeza y la locura

Hace un tiempo, estuvimos hablando sobre los High Concepts, ¿os acordáis? Pues bien, Awake, la nueva serie de la NBC se basa en un interesante e inteligente HC cuyas posibilidades se exploran en el episodio piloto que  se estrenó la semana pasada.
Awake cuenta la historia del detective Michael Britten quien, tras un terrible accidente de coche con su mujer e hijo vive en dos realidades distintas. En una de ellas, su mujer sobrevivió al accidente pero su hijo no y la pareja tiene que buscar la manera de seguir con sus vidas a pesar del dolor. Cada noche, Michael cierra los ojos para dormir, pero cuando despierta se encuentra en la segunda realidad, donde su mujer murió y su hijo vive aflijido por la pérdida de su madre. Britten es incapaz de distinguir cual de las dos realidades es la definitiva y los psicólogos que le atienden en ambas no consiguen ayudarle. Por si fuera poco, Britten ha vuelto al cuerpo de policía y los casos en los que trabaja parecen estar filtrándose de una realidad a otra, lo que acaba por ayudarle a resolverlos.
El episodio piloto de Awake sería un grandísimo mediometraje en sí mismo pues las interpretaciones (menos la del hijo), la dirección y el guión, la trinidad básica, están a la altura de las grandes series y el HC se transmite de manera brillante, incluyendo un breve monólogo final en el que Britten afirma que si el precio a pagar por disfrutar de la presencia de su hijo y de su mujer, aunque sea por separado, es su cordura, lo pagará felizmente.
Así a primera vista, se intuye cual es la fórmula que va a seguir esta nueva serie, dos casos cada semana que Britten resuelve más problemas familiares, pero no veo claro que vaya a funcionar durante varios episodios sin un fuerte desgaste. En cualquier caso, la oportunidad de disfrutar de una gran hora de ficción ya está al alcance de todos. Luego, ya veremos si podemos seguir disfrutando.

Ghost Rider: Spirit of Vengeance o hipercinético cine del montón

Leal como soy al mundo del cómic, no podía perderme la nueva adaptación para la gran pantalla de uno de los personajes más extraños en haber conseguido una adaptación cinematográfica: Ghost Rider, AKA El Motorista Fantasma.
Jonny Blaze es una estrella de los espectáculos motorizados hasta que un dia decide hacer un trato con el diablo para salvar la vida a su padre. Por supuesto, la cosa no acaba bien y Blaze recibe una terrible maldición que, cuando a la trama conviene, le transforma en un demonio con una calavera en llamas por cabeza que gusta de conducir una moto infernal. Dicho así, y probablemente de cualquier otra manera, el personaje parece ser carne de serie B pero el personaje ya ha conseguido dos adaptaciones al cine protagonizadas por el inigualable Nicholas Cage.
La primera película del Motorista no tuvo mucho éxito de público ni crítica pero aún así, los mandamases del sector creyeron oportuno manufacturar otra salchicha llameante. Una vez más, la película ha recibido una gélida acogida sin posibilidad de redención y la verdad, no es para menos.
Ghost Rider: Spirit of Vengeance es una película vacía y sin interés. Evidentemente, la representación del Motorista tiene sus momentos espectaculares pero en general, le falta de todo un poco. Los personajes son planos y aburridos, las escenas de acción no enganchan y la trama tiene varios agujeros de bala. En Rotten Tomatoes le han puesto un 15 sobre 100 así que ya se pueden ir imaginando el calibre del film: sólo para incondicionales.

Thirst o las pasiones de la sangre

Thirst es el último largometraje estrenado del director Park Chan-wook, autor de la Trilogia de la Venganza. En esta película, Park aborda el tema de los vampiros desde una óptica más cercana a "Let the right one in" que a la ristra de films vampíricos que Hollywood va colocando en los cines de todo el mundo. Thirst es una obra íntima y personal, donde Park explora la fuerza de las pasiones desatadas.
La trama de la película sigue a Sang-hyun, un cura católico que decide apuntarse a un experimento para desarrollar una vacuna para un virus muy peligroso. En el proceso, Sang-hyun es accidentalmente convertido en un vampiro. Esta transformación forzosa cambiará a Sang-hyun y despertará las pasiones que tanto se ha esforzado por controlar. La mayoría de tentaciones provienen de Tae-ju, una mujer prometida a un imbécil que sólo quiere escapar de su vida.
A expensas de la claridad narrativa en algún momento ocasional, Park va ensamblando escenas potentes una tras otra donde las acciones de los personajes nunca dejan al espectador indiferente. Mención especial para el encargado de los efectos de sonido que con la exageración por bandera, acentúa los efectos de esas escenas. Aunque esperaba mayor cantidad de hemoglobina, Thirst no es una película cómoda ni fácil de ver. Parte de la culpa reside en las dos horas de duración que se me antojan un pelín excesivas pero, a la vez, contiene algunas secuencias vampíricas difícilmente olvidables.
Por norma general, el cine de Park siempre vale la pena y Thirst no es una excepción. Para aquellos intoxicados por el cine comercial americano, será complicado disfrutar ampliamente del film pero incluso ellos deberían hacer el esfuerzo para disfrutar del cine de calidad.