jueves, 14 de octubre de 2010

OT: BBVA sin armas

Hoy toca rescatar otro antiguo artículo revindicatorio. En mi humilde opinión, su vigencia sigue intacta y la queja debería oírse más alto que nunca. No es mi intención empezar a inculcar sentimientos revolucionarios pues soy demasiado pesimista para eso, pero de esta manera, recuerdo que no siempre lo fui tanto y guardo una parte de mi ingenuidad en este cofre digital que llamo Taller de un Guionista. Espero que os guste.

BBVA Sin Armas

Hace poco ha llegado a mis manos un tríptico que decía así: “BBVA sin armas”. En él se denuncian unas inversiones del BBVA en varias empresas que producen armamento y contaminan gravemente el medio ambiente. Se incluye la dirección de una página web: www.bbvasinarmas.org donde se detallan las denuncias basadas en datos oficiales del Registro Mercantil SABI.
Según la Wikipedia, útil herramienta donde las haya, los primeros bancos aparecieron en la edad media en la forma de cambistas que se dedicaban a sus negocios sentados tras una banca en las ferias y festividades. De esa época proviene la palabra bancarrota que todos conocemos gracias al Monopoli; si alguno pretendía actuar de manera deshonesta, abusar y saltarse las reglas para ganar dinero fácil, allí mismo y públicamente acababan con su profesión y con su banca, que se rompía a fuerza de golpes. Es la famosa banca rota que hoy conocemos como bancarrota, aunque en la actualidad no existe el acto físico de romper la oficina.” Eso sí es una verdadera lástima. ¿Soy el único que adora el final de “El Club de la Lucha”? Ojalá pudiéramos destrozar una empresa cada vez que actúa deshonestamente.
El BBVA tiene una extensa página de Responsabilidad y Reputación Corporativas igual que otras entidades bancarias acogen Fundaciones u Obras Sociales. Pero ahora ya sabemos que usan la extensa página para limpiarse su enorme y sucio trasero. ¿Por qué todos hemos oído tantas veces que es imposible hacerse rico siendo honrado? Parece que un grupo de accionistas del BBVA pretenden cambiar de rumbo las estrategias inversoras de la enorme corporación. Ojalá lo consigan. Nosotros podemos ayudarle firmando en su página. Soñamos que poco a poco, caerán los ricos y poderosos.
Hoy en día, uno de los combates más importantes es el del hombre contra el dinero. La moral del propio hombre, el alma, están en juego. Y estamos perdiendo. O eso parece. Hay más guerras que nunca, guerras que enriquecen a un reducido número de apasionados por las armas y la pólvora. Cada hora, miles de niños en todo el mundo mueren de hambre mientras decenas de gobiernos gastan millones en bombas. ¿Hay algo más obvio?

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