Juan de los Muertos o autoparodia cubana

Juan de los Muertos es una coproducción entre Cuba y España para llevar la visión de Alejandro Brugués, cubano, director y guionista del apocalipsi zombi asolando La Habana. Ya os adelante que se trata de una visión cómica, llena de autoparodia y homenajes descaradísimos. El protagonista absoluto de la película es Juan, un cubano que sobrevive de lo que puede aunque casi siempre implica aguas turbias. Juan tiene una hija que le desprecia y una banda de compinches bastantes peculiares. Los zombis empiezan a aparecer en la ciudad y ya tenemos, por un lado, las escenas cómicas que aprovechan la propia idiosincrasia de los zombis, la identificación de los zombis como disidentes por parte del gobierno cubano y los mismo estereotipos cubanos para generar una serie de gags que, en su mayoría, resultan divertidos y que hacen avanzar una trama con pocos nudos. De vez en cuando, Brugués se suelta la melena con escenas de acción descabelladas con homenajes a Matrix y Bruce Lee entre otros. Juan y su equipo enseguida deciden sacar partido a la situación formando una empresa de exterminio zombi. La frase es impagable: "Juan de los Muertos, matamos a sus seres queridos". Este giro lleva a otras cuantas situaciones en las que se sigue más o menos la misma tónica que antes pero que no llegan a cansar gracias al buen manejo del director y editor. Para entonces el equipo ya incluye a la hija guapa de Juan que resulta ser la peor de la película y a priori parece una especie de añadido forzado por la parte española de la producción (es el único personaje español). Tras alguna baja que otra, el equipo decide salir de la isla pero por supuesto, no será fácil.
Sinceramente, yo me reí mucho con la película a pesar de no tener mucha idea de la situación política y social en Cuba. Las referencias y parodias son constantes pero las pocas que pasan desapercibidas y incomprendidas no empeoran un conjunto atrevido y gamberro con muy buenas ideas. Para el aficionado al zombi, esta exploración del género en clave cubana debería ser obligatorio.