The Newsroom: televisión crítica de calidad

The Newsroom es el último bombazo de HBO. El creador de la serie es Aaron Sorkin, más conocido por su serie The West Wing, que no he visto pero que ha aparecido recientemente en mi lista de "por ver". The Newsroom empieza con una escena brutal en la que Will, un presentador de noticias de renombre, explota en medio de un debate insulso e inutil, clásico en la televisión de hoy en día, rompiendo su máscara de pasotismo y humor ácido para afirmar que los Estados Unidos no son el mejor país del mundo. A esa afirmación sigue una rápida y concisa crítica llena de datos que hundírian hasta al Titanic y luego una breve exposición inspiradora. Cuando Will vuelve al trabajo tras tres semanas de autoimpuesto exilio, se encuentra que le han desbaratado el personal de su programa y que su jefe le impone a Mac, una productora genial pero controvertida con la que tiene mucha historia. Mac tiene planeado convertir su nuevo programa en un verdadero noticiaria donde el se haga verdadero periodismo sin que nada más importe.
El primer episodio de esta serie es genial. Además de introducir todo lo anterior y la adecuada ristra de personajes secundarios, desarrolla de inicio a fin una trama principal en la que el nuevo equipo, con varias bajas y lejos de estar a pleno rendimiento, consigue realizar un programa sensacional cubriendo la noticia de la explosión de una plataforma petrolífera en el golfo de Méjico.El segundo y último episodio hasta la fecha, cubre el desarrollo de un desastroso programa y no acaba de tener la potencia que tiene el piloto.
Todas las marcas de la casa HBO están presentes en The Newsroom, desde la calidad técnica a la artística pasando por guiones casi inmaculados, y Sorkin introduce en la mezcla unos personaje ligeramente histriónicos y exagerados con unos diálogos electrizantes que resultan atractivos e interesantes desde su primera aparición. Otro elemento añadido a la fórmula dramática de HBO es un toque de humor curioso que surge principalmente de las reacciones extravagantes de los personajes durante el diálogo.
The Newsroom ha recibido varias críticas por su tono santurrón y paladinesco, cuyo estandarte porta el personaje de Mac que quiere hacer el mejor programa de noticias posible. Una vez más, cuando aparece alguien queriendo críticar los poderes establecidos, salen aquellos defensores de la apatía que los tildan de santurrones, de dar sermones o de creerse en posesión de la superioridad moral. La simple verdad es que el estilo de periodismo del que quiere alejarse Mac, influenciado por intereses económicos y políticos, es el que impera hoy en día en nuestra sociedad y siempre es un placer disfrutar de críticas inteligentes envueltas en ficciones interesantes.
En mi opinión, el futuro de esta serie depende en gran mesura en el desarrollo que tenga en los episodios por venir. Todo lo establecido está genial pero si se atascan en la relación de los protagonistas o en el proceso de creación de ese nuevo y mejorado programa de noticias podrían perder interés. Lo que yo quiero ver es un amplio y desarrollado arco para el personaje global establecido en el título. Quiero ver cómo componen y crean el programa, luego quiero ver qué influencia tiene una vez establecido y cómo es atacado por aquellos que sienten que sus intereses están en peligro.
No hay mucho más que decir y ya me he extendido más de lo que acostumbro. The Newsroom es una serie muy interesante que dibuja un cuadro muy cercano a la realidad del periodismo televisivo. La única razón necesaria para darle una oportunidad es una de las pocas palabras que se escriben en mayúsculas en este blog. ¡Larga vida a HBO!