lunes, 4 de febrero de 2013

Killing Them Softly o la adecuada ausencia de lo sutil


Como casi todo ser humano, soy un ente contradictorio: me gusta la fantasía y la ciencia ficción, lo dulce y lo salado, las rubias y las morenas... En el cine, a veces me gusta que el tema o mensaje de la película sea sutil y difícil de señalar, y a veces prefiero que sea tan directo como un puñetazo en la cara. Killing Them Softly quizá no es tan directa como un puñetazo pero sin duda es un buen tortazo.
Protagonizada por Pitt, Gandolfini y Liotta entre otros; dirigida y adaptada por Andrew Dominik, Killing Them Softly cuenta la historia de una grave crisis entre los mafiosos de Boston. Años atrás, uno de los mafiosos robó a los demás y aunque el asunto acabó diluyéndose, todo el mundo sabe quién fue el culpable. Aprovechándose de eso, unos criminales de poca monta deciden volver a robar a los mafiosos, sabiendo que la culpa recaerá en el mafioso. Ahí entra en escena el personaje de Pitt, un tipo que se ocupa de arreglar problemas contratando sicarios o haciendo el trabajo sucio él mismo.
Esta historia relativamente sencilla, cobra vida gracias a unos diálogos muy logrados y de gran verosimilitud, un diseño de personajes espectacular y una dirección atenta, capaz de usar montajes paralelos, cámaras lentas y otros recursos en su justa medida. Por supuesto, los actorazos que se pasean por Boston también tienen gran parte de culpa.
La historia está ambientada en el 2008, durante la campaña electoral en la que Obama desbancó a Bush en la presidencia de los USA en plena crisis económica. Ya sea a través de la radio o la televisión, oímos constantemente los discursos de ambos políticos aunque ningún personaje se haga eco de ellos o los comente hasta la última escena de la película. Gracias a esos injertos sacados de los discursos reales, se hace obvio que la historia de mafiosos de Killing Them Softly es un paralelismo con la terrible crisis económica que nos atenaza, una crisis creada por ladrones a los que sólo les importa el dinero. Parte de la gracia reside en que no es una historia espejo en la que cada personaje toma el lugar de una persona real pero el fondo, las motivaciones, los mecanismo que usan los personajes y su manera de hablar es muy similar.
Killing Them Softly es una película muy interesante y muy bien ejecutada por méritos propios. Si luego añades ese punto de convergencia con la situación actual de este nuestro planeta, se convierte en una obra que yo calificaría de excelente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú opinas que...