Por cuestiones de gran importancia que no debería tardar en contaros, he visto este tercer episodio con cierto retraso y tarde llega el comentario. Por fortuna, el capítulo es fiel a su cita con la calidad, la acción y la intriga.
Como hace ya un tiempo que leí las novelas, mis recuerdos aparecen nublados y viendo el episodio me encuentro en el borde del sofá esperando ciertas escenas claves. Supongo que el resto de lectores saben a lo que me refiero.
En desembarco del rey, tenemos a dos protagonistas: Sansa y Tyrion. Sansa se encuentra en una situación peliaguda como mínimo y la escena en la mesa muestra las amarguras que tiene que pasar. Es una prisionera que tiene que comportarse como una dama encantada. La escena entre Shae y Sansa es un poco rara pero consigue juntar a los dos personajes y en el futuro, eso podría dar sus frutos. Por otro lado, la jugarreta de Tyrion es sencilla pero brillante y forma parte del manual básica del contraespionaje. Tan interesantes como el truco mismo, son las reacciones de Varys y Meñique: el eunuco parece haber disfrutado con todo el tinglado y no duda en felicitar a Tyrion por su maestría mientras que Meñique se enfada hasta que vislumbra otra nueva oportunidad.
Más allá del muro hacemos una visita de cortesía con motivo del final del último episodio dónde Jon descubre por enésima vez que formar parte de la Guardia de la Noche está plagado de malos momentos. Me hubiera gustado ver a Fantasma pero todos los días no son domingo.
A cambio tenemos ocasión de ver a Verano, el lobo de Bran, que sigue soñando que se mete bajo su piel. Es una lástima que Luwin, siendo tan sabio, no pueda ayudar a Bran con sus sueños, ¿lo hará Osha?
En las Islas del Hierro, descubrimos el plan de Balon Greyjoy que, como si fuera un pirata, se dispone a atacar a los Stark porque no pueden defenderse. Vergonzoso cobarde. Es un placer ver a Theon decírselo a la cara aunque en general, a todos nos habría gustado más ver atravesar a su padre con una espada y recuperar la corona de las Islas del Hierro para ayudar a Robb. Por desgracia, los lazos familiares atan fuerte y de cerca y Theon vuelve a ser un Greyjoy. Esperaba que el ritual en la playa incluyera el ahogamiento, podría haber sido una escena poderosa pero ni siquiera conseguimos un buen vistazo a Pelo Mojado. Supongo que hay que hacerse a la idea que muchos detalles de las novelas no van a aparecer en la serie, no hay tiempo para todo.
En algún lugar indefinido, nos encontramos con el Rey Renly y sus caballeros del verano. Allí nos introducen a la gran Brienne de Tarth, cuya actriz clava este querido personaje. Estoy deseando ver lo que el futuro le depara. La nueva reina de Renly también es digna de aplauso y la escena marital que los dos protagonizan es genial, está claro que esa chica sabe jugar al juego de tronos.
Para acabar, tenemos a Arya que aprende una valiosa lección de Yoren justo antes de que este sea asesinado por los soldados Lannister. Que rabia da cuando estás gritando a la tele "¡Huid! ¡Esconderos! ¡Corred!" y los personajes no te hacen ni caso, ¿eh? En fin, Arya y Gendry son prisioneros pero gracias a la astucia de Arya, de momento parece que no están en peligro.
¡Lo mejor de ver un episodio un poco tarde es que luego no hay que esperarse tanto para ver el siguiente!
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