GoT S02E09: Blackwater

El episodio de ayer de GoT resultó ser una mezcla de sentimientos encontrados. Por un lado, en mi imaginación, la batalla de Blackwater es una secuencia tan espectacular como las del Señor de los Anillos. Aún así, era consciente de que el presupuesto de una serie de televisión, por muy alto que sea en GoT, jamás llegaría a las cotas necesarias para producir una representación de la batalla como la que yo tenía en mente. Luego, viendo el episodio, no pude dejar de notar algunos detalles como la playa vacía o la ausencia de barcos durante la pelea que claramente se debían a la falta de recursos y presupuesto. Por otro lado, el episodio tuvo grandes momentos y en general consiguió transmitir la épica de la batalla.
La escena más rara del episodio fue la extraña disputa entre Bron y Sandor antes de la batalla y todavía ahora no tengo del todo claro que propóstio servia. También tengo que confesar que habría preferido que las escenas de Cersei y Sansa quedasen más condensadas para poder mostrar algo más del resto de personajes de Desembarco del Rey como Varys o Picelle. Aún así, tanto Sansa, con sus cada vez más atrevidas pullas (la que le dedica al Gnomo es la mejor), como Cersei con su actitud pesimista, hosca y trágica, consiguen brillar y dan un respiro (¿no del todo deseado?) a las secuencias de acción.
La explosión de fuego valyrio me arrancó un grito por su espectacularidad y verdor. No pensaba que iban a apostar por un verde tan chillón pero el efecto del color con la brutalidad de la explosión y el destrozo de los barcos consigue hacerme perdonar la ausencia de cierta cadena aunque me hubiese gustado ver más fuego durante los combates. Éstos resultan ser brutales y bastante explícitos: tenemos cabezas aplastadas y cortadas, vientres abiertos y toda la sangre que se pueda pedir. Entre las cosas que más he echado en falta es la canción de Sansa al Perro pero imagino que no querían alargar esa escena con una canción y a cambio la oímos cantar brevemente unos segundos antes. Entre las cosas que no he echado en falta es la brutal herida de Tyrion pues estaba claro que no iban a forzar a Dinklage a llevar una incómoda cicatriz prostética para el resto de temporadas.
El final del episodio, con la solitaria Cersei a punto de envenenar a su hijo y la posterior escena de créditos con la Lluvias de Castamere es sensacional. Todo este episodio consigue transmitir el punto de locura que empieza a crecer en la Lannister. En resumen, ha sido un gran episodio cuya grandeza reside en plasmar en la pantalla de forma más que convincente y efectiva una batalla que todo el mundo se había imaginado imposiblemente espectacular.
Aprovecho para disculparme por la ausencia de artículos estos últimos días pero la culpa es de la Canción de Fuego y Hielo, novelas que he decidido releer ante la próxima aparición del útimo volúmen traducido al español y el ansia general de más Westeros.