Adiós a la grapa tonta

Una de las cosas que decidí en el pasado Salón del Cómic fue dejar de comprar los cómics tontos en grapa que he estado comprando mes tras mes durante mucho tiempo. Los cómics tontos en grapa es un nombre que me he inventado para señalar aquellos cómics mensuales, generalmente de Marvel o DC, cuyas historias casi nunca merecen la pena. Sí, las series regulares son la piedra central en estos universos ficticios y aunque las disfruto, igual que disfruto una película palomitera el domingo por la noche, no vale el dinero ni el espacio que ocupan en la estanteria. En estos tiempos que corren, las series regulares agrupan el batiburrillo de ideas y estilo de dibujos que se van acumulando a medida que los artistas van pasando. Quizá en el futuro, publiquen en España series como The Walking Dead o Sandman en grapa, como se publican originalmente en los USA y entonces tendré un buen motivo para volver a la grapa mensual.
Actualmente, he estado siguiendo las series regulares de Thor, desde el relanzamiento de Straczynsky (?), y la de Lobezno, desde hace ya muchos años. Conociéndome, lo que también puede pasar, es que al llegar a la tienda, me encuentre el nuevo cómic de Lobezno, me acuerde del tamaño de mi colección de tan querido personaje y me lo acabe comprando. Aún así, en mi corazón seguiré sabiendo que en España, la grapa no alimenta la mente hambrienta del devorador de historias.
Y me tendré que dejar la pasta en un tomo.