Como no podía ser de otra manera en estos tiempos de remakes y secuelas, Miami Vice ha sido resucitada en forma de largometraje escrito, producido y dirigido por un no tan joven Michael Mann. Por lo que he estado leyendo, Miami Vice resulta mal parada en cuanto los críticos empiezan a compararla con la serie original y es que nada puede vencer el poder de la nostalgia. Igual que en Tintín, mi maltrecha memoria me permite comentar la película sin preocuparme de injustas comparaciones a través del tiempo.
Miami Vice cuenta la historia de dos policías que tienen que infiltrarse en una gran organización criminal bajo el mando del grande y español Luis Tosar. Cuando vi que Tosar iba a estar en la película supe que sería el villano pero la verdad es que esperaba que tuviese un papel un pelín más prominente pues tampoco le dan espacio para lucirse como sabe.
La trama de la película es sencilla y directa, casi minimalista, y basa todo su gancho en la peligrosa relación que tiene Sonny con la mano derecha de Tosar, una china-cubana con buenas tablas interpretativas. El verdadero villano de la historia es Yuco, la mano izquierda de Tosar, quien desconfía de la pareja protagonista y el que pone en movimiento las piezas de cara al tiroteo y confrontación final.
Michael Mann mantiene durante toda la cinta un estilo sobrio, tranquilo e íntimo con multitud de planos cerrados para mostrar los sentimientos de los personajes. Para los tiroteos, Mann sigue con el estilo realista que lleva cultivando desde Heat y honestamente diré que a mi me gusta mucho más que el rollo espectacular y gratuito de Michael Bay.
Miami Vice está por encima de la media de los remakes que tanto gustan en Hollywood y aunque no se trata de una gran película, Mann consuigue construir varias escenas interesantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú opinas que...