Lo peor de engancharse a una serie, o cualquier ficción fragmentada, son estos momentos en los que ya no puedes seguir leyendo. A veces la espera es tan corta como levantarse a la mañana siguiente e ir a comprar el libro siguiente y a veces tan larga como va a ser esta.
Tras el shock del episodio pasado, este último capítulo se dedica básicamente a preparar las piezas de cara a la siguiente temporada. Por el camino, recibimos un poco de exposición y, como siempre, una buena cantidad de personajes en conflicto.
Igual que acabó la última del anterior, este episodio empieza con Arya, rescatada por Yoren. Sin tiempo para asimilar lo que ha sucedido, probablemente gracias a la brusquedad de Yoren, Arya recibe un corte de pelo express y un nuevo nombre, Arry, el chico.
En Invernalia, Bran y Osha se encuentran con Rickon, el menor de los Stark en una escena un tanto rara. En su última aparición, Rickon ya actuó un tanto sombrío y el encuentro en las catacumbas con su huargo no es más tranquilizante. Rickon no lo está llevando bien. Ambos Stark han compartido el mismo sueño profetico y así el aura mágica alrededor de los Sartk aumenta levemente.
Ante la terrible noticia de la muerte de Ned, Catelyn y Robb sufren en silencio. Ambos actores hacen un gran trabajo transmitiendo las sutilezas de su rabia y tristeza.
En una extraña desviación de la novela, Marion, el bardo, es castigado en Desembarco del Rey y Joffrey, en el primer acto de crueldad del episodio, le da a la elegir entre las manos o la lengua. Para continuar la velada, lleva a Sansa hasta el muro donde le obliga a mirar la cabeza cercenada de su padre. Por fin, Sansa se redime ante los espectadores mostrando una dureza que ninguno podía intuir. No sabremos si habría empujado a Joffrey si no fuese por el también extrañamente amable gesto del Perro. Qué bonito es que todos los personajes tengan esos rincones escondidos y que los actores sepan darles vida a partir de un buen guión.
En otra escena donde Theon sigue creciendo como personaje, los leales a la casa Stark declaran a Robb, el Rey en el Norte. Por desgracia, en la serie este momento no tiene tanta fuerza como en los libros pues no ha habido tiempo de asentar todos los detalles sobre la importancia de los rangos, la pleitesía y el funcionamiento del feudalismo en Westeros. El choque entre Catelyn y Jaime es una delicia y si de algo tengo que quejarme será de esa inoportuna sombra que nos tapaba los gestos y expresiones de Jaime, que está enorme mostrando el auto desprecio y la armadura de sarcasmo del Lannister.
La única aparición de Cersei en el episdio nos muestra al ex-escudero del Rey, también Lannister por si no os había quedado claro, ascendiendo un peldaño en la piramide invisible de la corte real. Si Cersei consigue sin duda el desprecio del espectador, Tyrion parece ganar la admiración de su padre que, parco en palabras, le confía la responsabilidad de poner orden en Desembarco e incluso llega a llamarle hijo. El rostro de Tyrion en ese momento lo dice todo.
Obviando por completo lo que sucedía en al tienda del Khal el episodio pasado, vemos como Dany despierta a la mañana siguiente sin su hijo y sin su Khal. Así es como se paga la amabilidad y misericordia en GoT. Aunque Emilia Clarke me parece un pelín demasiado sutil en sus gestos, hay que admitir que la transformación de Dany desde el primer episodio hasta este es obvia y natural y aún falta lo mejor.
Cuando Jon Snow conoce la muerte de su padre, su primer impulso es huir del Castillo Negro pero sus compañeros, mucho más sensatos, le recuerdan su juramento, insinuando terriblemente dónde está el verdadero mal. Como Mormont le recuerda más tarde, esta batalla es más importante. Oír a sus hermanos repetir el juramento a coro es una de las granes escenas del episodio y nos acercamos a la mejor.
Sin duda, la escena más controvertida de este episodio es el monólogo de Pycelle con Roz desnuda de fondo. La intención de la escena, dar volumen al personaje y refrescar la memorio del espectador, está clara pero resulta demasiado larga y el espectador que todavía necesita refrescar la memoria ya se desenganchado de la serie hace unos cuantos episodios.
El segundo duelo verbal entre Meñique y Varys de esta primera temporada es casi mejor que el anterior, pues en vez de lanzarse dardos, esta vez se dedican a inspeccionar a su oponente en esta nueva situación monarcal, aprovechando para señalar que guays que son los dos.
En una escena robada del segundo libro con total y razonado consentimiento del que suscribe, echamos un vistazo a los que serán los nuevos compañeros de Arry/Arya. Para los despitados, el chicarrón que ayuda a Arya es Gendry, el hijo bastardo de Robert que Ned visitó hace tanto tiempo. Al igual que Robb, Bran y Tyrion, el nuevo status de Arya queda sellado: de vuelta al norte con los despojos de las mazmorras. Y si la curiosidad no os ha picado al ver al tipo encapuchado en la jaula, ya lo hará.
La penúltima pieza por colocar es Jon, que junto a la mayoría de la Guardia, se dispone a marchar hacia más allá del Muro. Tengo muchas ganas de ver cómo la HBO nos adapta todo lo que hay allí arriba.
Y para acabar Dany, en lo que es la segunda GRAN escena de la primera temporada, siendo la muerte de Ned la primera. Parece que Dany ha aprendido la lección sobre la magia de la sangre y tras sacrificar el cuerpo de su marido y a la bruja que lo ha matado, Daenerys Targaryen, la hija del Dragón, devuelve el sonido de los dragones al mundo de los vivos. Aunque he echado de menos un buen vistazo a los otros dos dragones, el que vemos es brutal y su chillido pone la piel de gallina. Tengo curiosidad por ver si la mayoría de la gente se veía venir este momento o no. La muerte de Ned fue una sorpresa sin ninguna duda, pero los huevos de dragón han estado recibiendo más atención. En fin, yo ya sabía lo que iba a venir y una vez más, los realizadores me han sorprendido con una escena muy bien ejecutada.
Así acaba la primera temporada de Game of Thrones y es una lástima tener que esperar un año para poder seguir esta grandísima historia, pero nada se le puede hacer. Bueno, puedes comprarte los libros o volver a verla. ¡Hasta la próxima!
PD: No me deja poner imagen. Meh.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hi ha petits detalls, en aquest últim capitol el pel incombustible de Daenerys per exemple, que em molesten... no obstant la temporada acaba amb nota i espero amb ganes la segona... winter is comming!
ResponderEliminarBueno, lo del cabell es una d'aquelles coses que en televisió no hagués funcionat tan bé. Tampoc hauria de tener celles ni parpelles i quedaria molt raro. Estic d'acord amb que acaba amb nota i a més, es veu que hi ha bastanta penya que no s'esperava l'escena final. Premi!
ResponderEliminar