Este fin de semana, quedé con dos amigos para ver una peli y al final, puesto que los tres estábamos con poco humor para películas trascendentales, decidimos ver Priest. Priest es una adaptación de un manga koreano que como tantas otras, decide ignorar casi por completo todo el material original para tomar solamente un par de ideas y personajes y crear una historia nueva con una ambientación distinta que resulta en otra insulsa película de Hollywood.
Priest, la película, presenta un mundo en el que los hombres siempre han luchado con vampiros, en una de sus versiones más animalísticas. La orden de sacerdotes (Priests) fue creada para luchar específicamente contra vampiros pero una vez que consiguieron derrotarles, la Iglesia declaró el fin de la orden. Hoy en día, los Priests que quedan se dedican a sobrevivir en un mundo que no les comprende hasta que un inesperado ataque de vampiros haga volver al más fuerte de todos ellos.
Y ya está. La película no tiene mucho más que unas cuantas escenas de acción, unos personajes planos y aburridos y unos vampiros digitales bastante chulos que quedarían de perlas en algún videojuego de acción.
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