Near Dark o de vampiros ochenteros

Kathryn Bigelow se ha hecho famosa hace poco gracias a la espectacular The Hurt Locker pero hace años, en 1987, dirigió una película de vampiros muy interesante. Near Dark cuenta la historia de Caleb, un joven de Texas que es mordido por una chica atractiva pero un tanto vampírica. Así, Caleb empieza a transformarse y a sufrir ante la ausencia de sangre. La chica, Mae, junto a su "familia" de vampiros, lo adoptan e intentan enseñarle cómo se sobrevive: básicamente cazando. Pero Caleb es un buen chico y auque está coladito por Mae, no es capaz de matar. El asunto se complica cuando la verdadera familia de Caleb, que ha estado buscándolo, se cruza con la nueva.
Near Dark es una película de buena factura aunque la ausencia de un gran presupuesto se nota en algunas secuencias. Aún así, Bigelow hace un buen trabajo con los elementos que tiene a disposición y en ningún momento cae en la trampa de la exposición ni de las obviedades. De hecho, hacia el final de la película, hay un giro argumental sorprendente e inesperado en tanto que no suele estar incluido en la mayoría de mitologías vampíricas y que Bigelow introduce sin ningún tipo de presentación. Admito que me encanta que al espectador no le expliquen todo lo que sucede pues me parece demasiado falso y Near Dark cumple esas premisas a la perfección.
Los actores en Near Dark hacen un buen trabajo con sus papeles aunque quizá les habría hecho falta alguna escena más para diferenciar sus personalidades pues, excepto Mae, el resto de la familia son demasiado parecidos unos de otros. De hecho, me pareció notar algunos leves indicios en esa dirección pero insuficientes para crear un grupo realmente heterogéneo.
En conjunto, Near Dark es una muy buena película que no se ve disminuida por sus pocos errores o limitaciones, sino que crece gracias a un puñado de buenas elecciones. Si eres aficionado a los vampiros, te gustará cómo están representados en esta película. Si no lo eres, es más que posible que disfrutes de una buena película ochentera, cuando todavía no hacían las películas como si fueran salchichas.