Un poema/broma que escribí hace mucho tiempo y del que no estoy especialmente orgulloso porque no lo hice rimar. En realidad, se suponía que iba a ser una canción, así que, a lo mejor, con la música hubiese quedado un poco mejor. Supongo que se puede llamar poema perezoso aunque creo que la última estrofa no está tan mal.En fin, el baúl digital de Mis Historias, sigue creciendo...
Hay una rubia que me enloquece,
Que me tiene la vida presa,
Atadito a su cuerpo
Colgado de su sabor.
Mis amigos me advirtieron
De los peligros de tal locura.
Pronto me dejaron solo
Pues mi boca y mi vida
Eran solo para ella.
Hay una rubia que me enloquece,
Que me tiene la vida presa,
Atadito a su cuerpo
Colgado de su sabor.
Todas las noches ando loco
En busca de su aroma
Veo su brillo de oro
Por toda la ciudad.
Hay una rubia que me enloquece,
Que me tiene la vida presa,
Atadito a su cuerpo
Colgado de su sabor.
Santo el camarero que me la sirve
A beberla una vez más
Para quedarme atrapado
Otra vez en este bar.
Que si el amor duele,
Un amor tan difícil
Duele mucho más.
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