jueves, 30 de agosto de 2012

Chew tiene el perfecto punto de sal


Recientemente he tenido la oportunidad de adquirir los otros tres tomos que existen en España de Chew y no lo he dudado ni un instante. Para mayor placer del que suscribe, Chew sigue en gran estado de forma desarrollando lentamente pequeñas tramas y sorprendiendo al lector con nuevos personajes, nuevos cabos sueltos y nuevos nudos para trenar todas las tramas. El único temor que me acomete es que sus autores estén jugando demasiadas cartas demasiado rápido y se encuentren en la difícil situación del callejón con ninguna salida buena excepto cerrar la serie demasido pronto. En el cuarto tomo, se husmea en el aire que va a haber grandes acontecimientos y se vislumbra luz al final del túnel que es la mitología de Chew. En fin, de momento, todo va viento en popa y el viaje merece la pena.

miércoles, 29 de agosto de 2012

El Juego de Ender o los juegos son el futuro

El Juego de Ender es una novela de ciencia-ficción escrita por Orson Scott Card que ya han leído millones de personas por todo el mundo. Este clásico narra las peripecias de Ender, un niño superdotado que es reclutado por el ejército para participar en un brutal programa de entrenamiento para la formación de oficiales con la esperanza de que sea capaz de hacer frente a una inminente amenaza extraterrestre. Si esta novela apareciese hoy en día, en la era de las franquicias, en vez de en 1985; se convertiría en dos o tres buenos tochos que los productores de Hollywood matarían por la opción de compra. Los juegos de Ender tiene todos los elementos necesarios para ser un Harry Potter en el espacio: un grupo de jóvenes pero talentosos protagonistas, un escenario peculiar, interesante y peligroso, numerosos conflictos entre personajes y una amenaza global y latente para ponerlo todo en perspectiva.
Yo, que soy amante de las sagas y que me encanta engancharme a historias en las que tengo miles de páginas por delante, casi echo en falta que Orson no lo hiciera así en su día. Los Juegos de Ender que él escribió no llega a las 400 páginas y el tramo final va especialmente rápido. Así, en vez de dilapidar páginas y páginas, elaborando todo lo que sucede alrededor de Ender, el lector se centra casi exclusivamente en él y le sigue en su viaje iniciático. Orson tiene un estilo conciso, poco dado a la descripción, personal y rápido que encaja perfectamente con la historia narrada.
Uno de los temas principales de la novela son los juegos y el uso que le dan los que están al mando para educar a Ender. Orson muestra las bondades así como los defectos de los juegos en una reflexión que se extiende por todo el libro. Apasionado de los juegos como soy, es un placer leer un tratado tan interesante como adictivo sobre uno de mis temas favoritos.
Jejeje. A pesar de lo dicho, El Juego de Ender sí tiene una continuación aunque por lo poco que he leído al respecto no es una secuela al uso y por eso no lo tengo en cuenta en mi reflexión sobre las franquicias. En cualquier caso tengo intención de echarle un ojo en cuanto pueda así que ya os contaré. Ah, sí, El Juego de Ender acaba con una frase de 4 palabras sencillamente genial. Disfruten del final de verano.

lunes, 20 de agosto de 2012

What I Have To Offer

Charlie Kauffman es uno de mis guionistas favoritos, probablemente el que más me gusta en la industria del cine. Creo que ha sido en los pasados premios Baftas que realizó un discurso impresionante que podéis leer aquí en inglés. Un autor ha colgado en Vimeo en montaje con el fragmento más potente del discurso que cuelgo a continuación. Por desgracia está en inglés y no hay subtítulos pero vale mucho la pena.



P.D: Sí, ya he vuelto. En breve espero retomar los comentarios y demás. Yo soy todo lo que tengo que ofrecer.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Me voy, os dejo pero no os abandono

Hace menos de una semana no pensaba que iba a hacer campamento este verano pero al final, un hueco entre faenas (que pronto tendré que explicar) y unas llamadas tentadoras me hicieron cambiar de opinión. Tengo fe en que estos diez días me quiten el sabor de boca de los últimos diez que pasé la navidad pasada y tampoco estaría de más que me dieran una buena alegría. En fin, escribo para comunicar que hasta el 24 o 25 (un par de días previos, los diez y otro par de recuperación) no volveré a pasar por el blog. Enjoy the summer!!

viernes, 3 de agosto de 2012

Life in a Day: the crowdsourced documentary

Life in a Day es un experimento audiovisual llevado a cabo por Ridley Scott, Youtube y LG Corp en el que pidieron a los usuarios de Youtube que grabaran su rutina el dia 24 de Julio de 2010 y les mandasen la grabación. En total, recibieron unas 4500 horas de material (lo cual es una auténtica burrada) y, gracias a un numeroso grupo de personas que se encargaron de clasificar, seleccionar y editar el material, surgió un documental de hora y media sobre la vida.
Aunque se puede decir que hay unos pocos "afortunados" con más tiempo en pantalla que los demás, el documental se compone de breves segmentos audiovisuales que muestran el día a día de la gente desde ciudades cosmopolitas hasta los rincones más exóticos del mundo. Life in a Day sigue dos líneas estructurales: una es el transcurso del día desde la medianoche, las 00:00 del 24 de julio, hasta las 23:59 del mismo día. Así, el docu empieza de noche, vemos gente durmiendo, enseguida llegamos al despertar, aseo matinal, desayuno, etc... La otra línea narrativa se basa en tres preguntas que los usuarios debían responder, en este orden: ¿Qué llevas en los bolsillos? ¿Qué es lo que más amas? ¿Que es lo que más temes?
Life in a Day es uno de esos documentales en los que el espectador sacará irremediablemente una conclusión propia, quizá cercana a la de muchos otros, pero tan propia e individual como el espectador mismo. Para mí, el documental responde con un rotundo "Esto y mucho más" a la ancestral pregunta "¿Qué es la vida?". Como cualquier buena representación de un concepto tan amplio e inabarcable, el documental muestras retales de la cotidianidad más palpable junto con momentos emotivos de gran belleza sin olvidar las tragedias diarias y los disparates más terroríficos. Life in a Day mezcla drama, comedia, terror, intriga e incluso fantasía con una facilidad y coherencia pasmosa.
Sin duda, se trata de un documental inspirador aunque no pretende descubrir ningún misterio milenario ni revelar los secretos sobre el universo. Life in a Day podría incluirse en la siguiente Voyager que lancen al espacio para que los extraterrestres que la encuentren conozcan de primera mano cómo es la vida en la Tierra. En fin, yo lo he disfrutado muchísimo y ese estilo de intenciones turbias me ha recordado a otro de mis documentales favoritos: Baraka. Si os gustan los documentales, tenéis que verla; si no os gustan los docus por ser demasiado adoctrinadores, tenéis que verla; si no lo vais a ver, más perdéis.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Chew o cómo hacer cómic comercial

De un tiempo a esta parte, Image se ha alzado sin lugar a dudas con el premio gordo que es convertirse en la tercera editorial de los USA por detrás de las monolíticas e inamovibles Marvel y DC. El método a seguir es sencillo: ofrecer buenos contratos a autores reconocidos, diversificar el catálogo y la calidad. Uno de esos cómics que ha ayudado a encumbrar a Image es Chew, de John Layman y Rob Guillory.
La premisa que da pie a Chew es la siguiente: la gripe aviar mató a 23 millones de personas y consecuentemente la carne de ave, sobretodo pollo, ha sido completamente prohibida. Para luchar contra el tráfico y contrabando de pollo, se crea una nueva agencia gubernamental con plenos poderes, la FDA. En medio de este tinglado tenemos a Tony Chu, un polícia con un extraño poder; Chu es cibópata y recibe impresiones psíquicas de todo lo que come. Sabe que pesticidas usaron en la manzana que desayuna, cómo murió la vaca de la hamburguesa que cena y a quién ha matado el sospechoso al que le está royendo la cara. Gracias a su talento, pronto será contratado por la FDA y ahí empiezan de verdad sus problemas.
Chew mezcla con mucho arte una versión comestible de los clásicos héroes con poderes con las historias de policías o detectives de toda la vida; y para acabar de redondear el conjunto, añade una gran dosis de humor con un punto escatológico que no asquea y una pizca de locura superheroica clásica: conspiraciones, secretos, invasiones y demás... Por una parte me recuerda a Powers aunque también tiene ese valioso talento para crear un universo loco y coherente tan típico de Invencible.
Original, divertido, interesante y capaz de engancharte como las pegajosas tiras matamoscas, Chew supera con mucho a la mayoría de cómics que he leído de las dos grandes editoriales en los últimos tiempos. Mientras Marvel y DC siguen agarradas a sus personajes ancestrales y a sus estrategias comerciales, Image las está superando en calidad y cualquier de estos días, los lectores de cómics abrirán los ojos y los últimos serán los primeros.