Thor: Marvel Studios mete la cuarta.

Este fin de semana he visto la nueva película de Marvel Studios basada en Thor, el personaje basada en el dios nórdico del mismo nombre. A pesar de tener a Kenneth Branagh como director y a actores del calibre de Anthony Hopkings y Natalie Portman (también a pesar de lo que digan todas las featurettes y compañía), Thor no es una película con el sello Branagh ni sobre el desarrollo de los personajes. Thor es la última incursión de Marvel en el Hollywood de las películas espectaculares y están haciendo un buen trabajo. Por lo visto la película ya ha recaudado más que su presupuesto y es que una vez más, los responsables del proyecto con Kevin Feige a la cabeza se han encargado de crear una película que utiliza una refinada fórmula del éxito en taquilla.
Thor contiene la cantidad exacta de espectáculo, drama (siempre barato, eso sí) y comedia. Personalmente la he encontrado un poco más floja que Iron Man, pero imagino que la sorpresa de ver una película decente sobre superhéroes marvel tiene que ver.
Para los aficionados al cómic, lo más excitante es ver cómo van lanzando aquellas pequeñas piezas que han de formar el puzzle del Marvel cinemático. Además, el paso al celuloide ha sentado bien al dios del trueno. Las escenas de batalla son grandiosas y contienen todo lo que esperamos ver y alguna sorpresa extra. Thor está bien interpretado aunque las circumstancias de guión le obliguen a forzar el desarrollo del personaje aunque igual sucede con los demás personajes de peso en la historia.
Como siempre, el disfrute de la película depende de las expectativas de cada uno. Pero una cosa parece clara a estas alturas, Marvel Studios está enchufada y eso son buenas noticias para los aficionados al cómic. Con el tiempo, quizá aparezcan en el cine las mismas joyas raras que de vez en cuando aparecen en las grandes editoriales.