Game of Thrones Ep.5 The Wolf and the Lion

Al igual que la gran mayoría de espectadores, considero que este quinto episodio ha sido el mejor hasta ahora por varias razones: contiene una equilibrada dosis de acción, diálogo y revelaciones; apenas se perciben los momentos de exposición porque están excelentemente camuflados; los actores dan el do de pecho y, en general, todos los engranajes funcionan a la perfección.
El episodio empieza con Ned todavía en modo detective intercambiando unas palabras con Ser Barristán (qué ganas tengo de ver más de este personaje) y con el rey Robert, cuya interpretación mejora escena tras escena. Enseguida vemos el final del torneo y, aunque no tenemos el placer de ver la melee, el combate final entre los Clegane vale la pena. La pelea es realista y huye de los tópicos hollywoodienses donde los espadachines para acróbatas chinos.
Las escenas en Invernalia son las más flojas de un gran episodio. Bran y Luwin son capaces de mantener a flote una escena un tanto extraña pero el cruce de palabras post-sexo de Theon y Roz es demasiado obvio y, en mi opinión, la peor y más explicativa escena del episodio.
De vuelta en Desembarco, nuestra querida Arya descubre al fin las calaveras de los dragones y aunque la imagen es poderosa, esperaba aún más. Quiero más planos de calaveras, quiero un plano largo en la que contemplar en todo su esplendor la gigantesca calavera de los temibles dragones.
El cruce de afiladas palabras entre Lord Baelish y Lord Varys es muy divertido e ilustra perfectamente como funcionan estos dos personajes traicioneros. Sorprendemente, los guionistas se superan a si mismos, unos pocos minutos después con el diálogo entre Cersei y Robert. No sólo revela un montón de información sobre la trama y los personajes sino que lo hace sin que te des cuenta,  con honestidad y amargura.
La representación del Nido de Aguilas me ha parecido demasiado fantástico pero imagino que hay que empezar a acostumbrar al público a lugares imposibles pues pronto habrá que presentar Roca Dragón y otros lugares increíbles. Por otro lado, las celdas del cielo son brillantes y un plan un pelín más alejado habría sido sencillamente sublime. Evidentemente, la presentación de Lysa y su hijo ha conseguido escandalizar todo lo que pretendía e ilustra a la perfección el estado mental de ambos personajes. Las miradas y gestos de Tyrion y Cat en todas sus secuencias valen su peso en oro.
La escena gay entre Loras y Renly ha sido la escena polémica de la semana. Aunque he descubierto que la relación homosexual entre los dos personajes ya estaba en el libro, GRR Martin la presenta con mucha sutileza. Tanta, que yo, con mi voracidad literaria me la había pasado por alto en mi primera lectura de los libros. Personalmente, no es una de mis escenas favoritas pues creo que no tiene mucha utilidad para lo que está sucediendo ahora mismo pero en fin, tampoco es para tanto.
El final del episodio vuelve a ser grande. La despedida de Jory podría haber sido más sentida si no hubiese sido tan rápida, pero el combate de Jaime y Ned es fantástico y aún lo es más la expresión de Jaime cuando su guardia interrumpe su tan deseado duelo.
Game of Thrones ya ha puesto la quinta y todos los capítulos a partir de ahora van a estar repletos de grandes momentos pero las estrellas de esta serie son sus personajes y los grandes actores que hay detrás. No puedo esperar a ver en la pantalla el destino y el desarrollo de muchos de estos personajes. Todo va bien para Game of Thrones.