La novela cuenta la historia de un abogado de Silicon Valley que anda tras la patente de un nuevo y revolucionario programa. Todo se tuerce cuando el inventor y el encargado de la patente son asesinados y al abogado no le queda más remedio que pedir ayuda a su hermano militar con el que no se habla desde hace años.
Como veis, la trama no es lo más original del mundo y su ejecución tampoco es para tirar cohetes pero tiene algunos elementos interesantes. El trasfondo del autor y una exhaustiva documentación le permiten crear a un personaje combatiente, una especie de comando o espía militar bastante verosímil. Barry insiste mucho en compartir con el lector todos los pensamientos tácticos y estratégicos que le pasarían por la cabeza a ese tipo de agente y eso se agradece.
Cada capítulo del libro tiene a uno de los personajes protagonistas como punto de vista y una de las partes más interesantes del libro es leer las justificaciones, excusas o explicaciones que los dos hermanos, muy diferentes entre sí, hacen de un mismo acontecimiento, ya sea de su pasado o del presente inmediato. Hay una máxima que dice que no hay una verdad sino muchas, una por cada persona en el mundo, y esta novela, sin ser nada del otro mundo, hace un buen trabajo en mostrar precisamente eso, que el filtro con el que cada uno ve el mundo lo transforma y que todos esos individuos tienen razón, al menos en su cabeza.
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