Igual que las moscas, a menudo me veo atraído a productos, casi siempre películas, que sé de antemano que no tienen calidad y que probablemente no me vayan a aportar gran cosa. Aún así, ya sea por mi amor a ciertos géneros, porque me apetece ver cualquier tonteria o porque se trata de algo que ya conozco, siempre acabo viendo más de lo que debería.
La última ha sido A-Team, el remake del Equipo-A, un clásico donde los haya de mi niñez. La película, palomitera sin hipocresías, consigue recuperar y en cierto modo actualizar la dinámica y el humor de la serie original. Por desgracia, actualizar, en una súper producción como ésta, implica una enorme cantidad de situaciones inverosímiles. Y no me refiero sólo a las grandes explosiones, las piruetas con el helicóptero o la fumada del tanque sino también al hecho de que tengan que forzar incluso lo que se supone seña de identidad de la serie original, la capacidad del Equipo A de construir cosas para que sus planes salgan bien. No sé, la película me entretuvo y tiene algún momento bueno, de hecho, los mejor es la interacción de los personajes donde más o menos si recuperan el espíritu de la serie original. Pero vaya, el Equipo-A acabó hace unos años y nunca va a volver, lo mismo se aplica a todo remake que pueda llegar.
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