Constantine: adaptaciones sin corazón

John Constantine es uno de los mejores personajes de cómic que existen. Es un personaje complejo, auténtico y carismático que se mueve por círculos misteriosos, atractivos e interesantes. Lo tiene todo, todo lo necesario para crear fantásticas historias alrededor suyo, como llevan haciendo en Vertigo desde hace muchos años. Por desgracia, su versión cinematográfica, a pesar de tener un par de buenas ideas, es un pequeño desastre con final de anuncio anti-tabaco.
Constantine es otra muesca en el gran bastón de las adaptaciones sin corazón, aquellas desvergonzadas que toman unos pocos elementos de la obra original, los mezclan con tópicos, caros efectos especiales y un par de líneas pegadizas y ya tienen una nueva película con extra de tirón comercial. Una auténtica lástima.
Para más inri, el creador de John Constantine no es otro que el gran Alan Moore y aún habrá gente que se pregunte porque el bueno de Moore reniega de todos los remakes de Hollywood. Para que quede claro, la adaptación en sí no tiene la culpa, pero los productores sí.