Una de las citas en la contraportada decía que Air era una mezcla de Garcia Márquez con Lost y me dije: ¡Esto tiene que ser bueno! Los primeros momentos con este cómic no fueron del todo buenos pues empieza con una serie de escenas no correlativas temporalmente, un recurso que puso de moda Pulp Fiction y que últimamente me cuesta disfrutar. Hay que tener muy buena mano para usar como toca este recurso, el manejo de la información es vital y es muy fácil que acabe resultando excesivamente confuso. Por suerte, no dura mucho.
Air cuenta la historia de una azafata un tanto especial que se ve arrastrada a un mundo secreto donde los países se pierden si se olvidan, un mundo escondido en las alturas. La historia me ha gustado mucho y las caracterísiticas de este mundo secreto se mantienen interesantes a pesar de la gran cantidad de obras que tratan el tema de un mundo escondido en nuestras narices. La mitología de este mundo secreto tiene mucho que ver con el cielo, el aire y volar aunque todavía no nos dan suficientes pistas para entenderla completamente. Es lógico, acabamos de empezar.
A pesar de abandonar el recurso Tarantino en las primeras páginas, el resto de la narración sigue resultando un poquito confusa y demasiado rápida. Hay poco tiempo para la contemplación y para detenerse en tramas secundarias. La protagonista se toma todo lo que le pasa un poco a la ligera y eso la aleja del espectador. Representar las emociones y reacciones de un hombre normal ante lo extraño o lo sobrenatural es una dificilísima tarea que Wilson no ha sabido llevar a cabo del todo.
Por otro lado, mientras algunos de los dibujos y todas las portadas son soberbias, hay otras viñetas en las que los rasgos de los personajes son extraños, casi deformados. Algo le falta al dibujo para que funcione del todo.
Me da la sensación que éste cómic tiene mucho potencial pero a la vez, no puedo alejar la sensación de que, ya en este primer número, ha quedado claro que parte de ese potencial nunca va a realizarse. De todas formas, es pronto y habrá que ver cómo evoluciona.
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