Directos al grano.
Persons Unknown mejoró durante unos episodios pero ha caído por debajo de donde empezó y eso no es buena señal. Me quedan dos o tres episodios para acabar la serie que se vendió pre-grabada a la NBC. La única esperanza que le queda a la serie para ser recordad es que tenga un buen final. Hay un par de misterios que no están mal del todo y que, bien resueltos, darían muchos puntos a PU. Ya se sabe, los finales valen doble.
Rubicon sigue con ese ritmo templado y sin dar suficientes pistas al espectador para que se enganche a la trama conspiratoria. De hecho, tengo que admitir que aún no entiendo muy bien donde está la conspiración, quién forma parte de ella y que objetivos tiene. Quizá eso sea parte de la gracia e intención de los guionistas pero a mí me está costando engancharme. El ritmo lento y las tramas paralelas deberían haberme enganchado al protagonista y resto de personajes para que su confuso deambular durante el capítulo sea suficiente para el apetito del espectador pero conmigo no ha sido así. Los personajes no tienen la energia necesaria para ganarse ese derecho y sus acciones, reducidas y cotidianas tampoco ayudan. Supongo que veré algunos episodios más para ver si me engancho pero no tengo mucha fe.
True Blood sigue rindiendo a un gran nivel y voy a lamentar cuando acabe la temporada. Lo mismo puedo decir de la mini serie de Los Pilares de la Tierra que sigue cruda y exquisita. De Futurama he hablado recientemente y Canción de Hielo y Fuego son mis nuevas cadenas, las que susurran: un capítulo más...
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