Todas las series tienen un tempo y un ritmo. El ritmo de Futurama fue interrumpido cuando la serie se encontraba en lo más alto de su trayectoria en un terrible Coitus Interruptus del humor. Las 4 películas, a pesar de muchas carcajadas y grandes ideas, no llegaban al nivel de los últimos capítulos de la 4ª temporada. Este sexta temporada, que ya tiene 11 episodios en su haber, empezó un poco floja. Todas las ideas y las risas estaban ahí pero al conjunto le faltaba una pizca de sal. Muchos nos temíamos lo peor, después de tan larga espera y de la alegría de ver Futurama resucitada, la tristeza de saber que nunca sería como antes. Por suerte, parece que nos equivocamos. El último capítulo que he visto, The Prisoner of Benda, me ha parecido brillante y por fín, además de tener los elementos necesarios, el episodio es redondo y mayor que las partes. No es el único buen episodio de esta 6ª temporada: Lethal Inspection tiene una bonita historia y The Late Philip J. Fry asegura una buena cantidad de risas pero es con el episodio número 10: The Prisoner of Benda, con el que he recuperado la fe en que Futurama seguirá siendo la mejor serie de animación de la historia.
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