La influencia de Breaking Bad se nota en el título de este post cuando substituyo "calidad", que es la palabra que mejor describiría el tema que quiero tratar, por "pureza", término empleado a menudo en la magnífica serie de AMC. Por otra parte, el título funciona mucho mejor así y tiene más fuerza, así que perdonen las licencias.
Ayer, mientras disfrutaba de la plácida sensación que se le queda a uno en el cuerpo al acabar un episodio de Breaking Bad, me puse a pensar en las diferencias existentes entre las grandes series. ¿Qué separa The Sopranos de Six Feet Under? ¿Qué hace Oz mejor que Breaking Bad y viceversa?
Los puntos en común son relativamente sencillos de encontrar pues no son más que las bases, los pilares esenciales en cualquier gran narración. La creación de unos personajes interesantes, redondos y distintivos es fundamental y todas las series Top comparten esta característica. Por otro lado tenemos la originalidad y frescura de las tramas, generalmente nacidas de la interacción entre los personajes. Además de una buena dirección, necesaria si quieres crear un producto audiovisual por encima de la media, un buen guión y unos diálogos naturales y verosímiles son piezas clave en el puzzle de las series de calidad.
Así a primera vista, no parece que hayan mucho espacio para diferencias en los puestos más altos de la escala. Todas las series Top mantienen un alto grado de excelencia en la mayor parte de sus aspectos técnicos y artísticos pero todas estas series no son iguales ni mucho menos. Tras meditarlo un poco, creo que la mayor diferencia entre ellas, es el tema y la manera de tratarlo. The Wire, más allá de las historias de policías y criminales, trata sobre la decadencia y corrupción de las instituciones desde un curioso punto de vista en el que todos los personajes son, a la vez, héroes y villanos fotorealistas. Cada plano tiene un velo de sordidez y tristeza tanto como tiene ese punto brillante. Por otro lado, The Sopranos utiliza la Mafia como representación del conjunto entero de la sociedad y de sus tristes y cómicas absurdeces. Deadwood es un retrato poético de una época sucia, caótica y difícil, un delicioso experimento con un género demasiado rígido y Six Feet Under un canto a la vida a través de la muerte.
Como grandes historias que son, las mejores series de televisión se caracterizan por lo que cuentan y por cómo lo cuentan. Aún no tengo del todo claro cuales son las mejores palabras para definir Breaking Bad pero ya vendrán con el tiempo. De momento, me queda lo más importante, seguir disfrutando.
lunes, 19 de septiembre de 2011
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