[En este post hay pequeños spoilers]
Hace un momento, Kareem Said, prisionero del Oswald State Correction Facility, ha muerto por dos tiros en el pecho realizados por un supuesto periodista que iba a cubrir la última empresa en la que el musulmán se había embarcado. Cuando los personajes se van uno puede sentir muchas cosas distintas o, peor, no sentir nada. Las emociones van desde la compasió a la furia pasando por todos los estados intermedios pero es en contadas ocasiones en las que uno siente una tristeza especial, vacía e inmensa al mismo tiempo. No es la tristeza furiosa e inconmensurable de la vida real sino algo muy distinto pero peculiar y profundo a su manera.
Recuerdo la muerte de Omar Little y Body; la de Charlie Pace y la del joven William Bullock. Personajes que estuvieron más vivos que la pantalla en la que aparecían y que te dejan meditando el día que, inesperadamente se van.
viernes, 23 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú opinas que...