En los últimos dos años, tres equipos distintos de realizadores decidieron seguir una senda muy similar: la del superhéroe realista, una persona "normal" decide enfundarse un traje y luchar contra el crimen. La primera de ellas, tras una desconocida Special estrenada en 2006, es Defendor, la película protagonizada por Woody Harrelson que se pudo ver a finales de 2009. Tras la exitosa adaptación Kick-Ass en 2010, llegaría a los cines la independiente Super, de James Gunn.
Super cuenta la historia de Frank, un perdedor que ha sido humillado durante toda su vida. Lo mejor que le ha sucedido en la vida es casarse con Sarah pero su matrimonio tiene unas grietas muy serias que acaban en siniestro total cuando ésta vuelve a engancharse a las drogas y a su camello Jock. Tras una visión pseudo-religiosa, Frank decide crear un superhéroe para luchar contra el mal y recuperar a su esposa. Por el camino, conocerá a una fanática de los cómics que se convertirá en su Robin y le ayudará a enfrentarse al peligroso Jock.
La película de James Gunn está más próxima a Defendor que a Kick-Ass y el asunto del superhéroes es relativamente periférico en comparación con el viaje espiritual del protagonista. Durante este viaje, Gunn retrata a todos los personajes con una generosa medida de ridiculez y un punto de absurdismo que me transmitió unas sensaciones un tanto extrañas cuando la parte final del film parece dar la vuelta a los conceptos que se han mostrado anteriormente. Además del humor rídiculo, la película se caracteriza por mostrar las escenas de acción con crudeza, dureza y realismo. Frank no sabe pelear y no tiene ningún estilo pero por torpe que sea, cuando golpea a un tipo que se ha colado en el cine con una enorme llave inglesa, el resultado es sangriento y chocante. Sorprendentemente, en el clímax de la película Frank realiza algunos movimientos realmente hábiles y dignos de un vigilante experimentado. Luego, en el desenlace, Gunn describe la moraleja de la historia y se deshace del barniz tontorrón que ha cubrido la película para acabarla con ternura y amabilidad. Creo que este cambio de premisas en la parte final de Super es la causante de las malas críticas que ha recibido pero a mí no me desagradó del todo.
Aunque la dirección y guión de la película no sobresalen especialmente y cuentan con algún que otro desliz (mayormente el desequilibrado uso de la infografia), Rainn Wilson (¿cómo mola tanto el nombre de Rainn?) y Ellen Page llevan sobre sus hombros toda la película gracias a sus excelentes interpretaciones.
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