viernes, 26 de noviembre de 2010

La Torre Oscura: Canción de Susannah

Me ha costado muy poquito acabarme el sexto volumen de la Torre Oscura pero me cuesta mucho más escribir la sexta reseña de una obra completa. Es como escribir un comentario sobre cada capítulo de un mismo libro y tampoco quiero repetirme. Como es normal, la historia del ka-tet de Roland sigue agarrada a mí y he disfrutado de Canción de Susannah tanto como con los anteriores.
Igual que me pasó con el Señor de los Anillos, Canción de Fuego y Hielo, Babylon 5, La Fundación y muchas otras historias, mientros leo La Torre Oscura no puedo dejar de pensar en mi propia versión de esa misma historia y una pequeña tristeza me embarga porque ya no puedo escribir esa historia, el señor Stephen King se me ha adelantado. Ese sentimiento tan común no es tan rastrero como parece sino más el fruto de una sana envidia y una profunda admiración. Con el tiempo, unos días después de acabar el siguiente y último, de momento, libro, las ganas de escribir una historia sobre mundos fántasticos anclados al nuestro y sobre guerreros honorables y tristes que emplean armas juramentadas pasará. Pero la historia quedará en mi mente y se unirá a todas las demás historias que conozco, para aumentar el fondo bibliotecario que alimenta mis historias.
El elemento que tengo más ganas de usar es la unión de todas las historias en una. La mayoría de los relatos de King tienen una astilla de La Torre Oscura clavada en el corazón y giran alrededor de ella. Cada relato es como un planeta en el espacio pero todos giran alrededor de un mismo sol. Sin poder evitarlo, muchas de mis historias tratan los mismos temas y casi diría que tienen distintos reflejos de un mismo personaje como protagonistas así que no puedo evitar querer escribir una historia que contenga todas las demás en su interior de manera similar a lo que King ha hecho con su Torre Oscura. No sé si lo haré, no sé si podré vivir de ello como deseo y como King ha podido hacer, pero la verdad es que me gustaria.

2 comentarios:

  1. Vivir eso que comentas ("todos los relatos de King tienen una astilla de La Torre") fue genial. Recuerdo aquella época. Devoraba los libros de King esperando una perla, por minúscula que fuera, que hiciera referencia a La Torre Oscura. A veces, valía la pena leer el libro sólo por dicha perla. Los libros de la saga tardaban años en salir. Me das mucha envidia por lo que has debido de disfrutar estos días y me alegro que ya formes parte del ka-tet de Roland.

    ¡Largos días y placenteras noches!

    Laurent

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  2. Muchas gracias, Laurent! Y que tu veas el doble.

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