Descubrí este juego casi por casualidad, en una de esas escasas (¡Gracias a dios!) ocasiones en las que pierdo el tiempo navegando por entre las infinitas aguas del Youtube. Enseguida me sentí atraido hacia él y por fin he podido jugarlo.
From Dust es un juego de estrategia basado en la manipulación de los elementos: agua, tierra, lava... para conseguir que tu tribu de pequeños hombrecillos prospere y acabe por llegar al portal que les lleva del mundo en el que están hacia el siguiente en lo que comúnmente se conoce como niveles. La trama del juego es abstracta y poética hasta que casi podemos decir que no existe. Para colmo, la poca información que el juego pone a disposición del jugador sobre el mundo, sus reglas y sus habitantes se despliega ante el jugador de manera completamente textual y desligada de la jugabilidad.
La jugabilidad. Como en todos los juegos del mundo, ahí es donde radica la clave de todo el asunto. From Dust utiliza un conjunto de reglas fielmente basadas en las del mundo real: la interacción entre los elementos y las leyes de la física. Si dejas ir un puñado de agua en la ladera de una montaña, el agua bajará por la pendiente y si se encuentra con fuego, lo apagará. Cuando la lava se enfría, crea rocas. El agua se lleva lentamente la tierra del cauce de los ríos. Etcétera.
Este estilo de juego tipo puzzle mezclado con "God Game" está muy logrado, es original y es técnicamente impecable. De hecho, mientras jugaba se me pasó por la cabeza más de una vez que algunos profesores podrían utilizar el engine de From Dust para enseñar el funcionamiento de mareas, volcanes, erosión y otro fenómenos geológicos.
Para mí, From Dust fue una necesaria pausa ante los géneros que suelo jugar más a menudo, además de un divertimiento inesperado así que este juego ya tiene la etiqueta de "Recomendado".
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