Ayer me apetecía una de artes marciales así que, tras tenerla un tiempo en hielo, me dispuse a ver 14 Blades. Esta película china de artes marciales (wuxia es el nombre del género en china) cuenta la historia del comandante de la policía secreta del emperador, traicionado por su gobierno, que emprende una misión para desbaratar los planes que han puesto su vida boca abajo. Este cambio de vida, en el fondo, acaba siendo bueno para el antaño frío y obediente comandante, pues conoce a gente que le mostrará el valor del amor y la amistad. ¡Ja! Me ha quedado bien, ¿eh? Como podéis ver, la trama no es una explosión de originalidad, pero tampoco hace falta, pues los motivos que llevan a la gente al cine a ver películas de este tipo no suelen tener nada que ver con el guión o la trama de la misma. Por desgracia, las peleas tampoco son demasiado interesantes y las 14 espadas referidas en el título no tienen demasiado protagonismo. Las coreografías bélicas de 14 Blades hacen un extenso uso de los cables, las cámaras lentas y las armas imposibles; pues ésos son los elementos básicos y esperados en esta clase de cine.
Sinceramente, aunque entretenido, la película me dejó un poco frío pues no me dió lo que estaba buscando. Cuando me apetece ver una película de este tipo, quiero alucinar con las proezas físicas y atléticas de sus protagonistas, quiero sentir la fuerza de sus golpes y no la ligereza con la que flotan gracias a cables borrados en postproducción. En esta línea más realista están las películas de Tony Jaa o Bruce Lee, para los que les pueda interesar.
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