Cuando hace unos meses anunciaron que Michel Gondry iba a dirigir la adaptación de The Green Hornet, aquella serie añeja en la que participó el gran Bruce Lee, sentí alegría. Michel Gondry es un gran director con un toque muy personal y visualmente atractivo que se ha convertido en su seña de identidad. Por supuesto, la posibilidad de que se trata de un proyecto alimenticio estaba presente aunque no hubiese precedente conocido.
Finalmente ha resultado ser así, Michel Gondry es poco más que un mercenario en The Green Hornet y podemos decir sin miedo a equivocarnos que es su película más comercial e impersonal hasta la fecha.
¡Ojo! Eso no quiere decir que la película sea mala, al contrario, yo diría que está un poco por encima de la media en cuanto a películas de acción hollywoodiense se refiere y la presencia de Gondry, se intuye en algunas secuencias.
The Green Hornet es la historia de otro superhéroe en la línea de Batman, hombre rico sin poderes pero con mucho tiempo libre. Aunque la trama es muy sencilla y típica, la ejecución tiene muchos punto positivos. Los diálogos son originales y no huelen a usado como suele pasar con guionistas más holgazanes. La presencia de Christoph Waltz como villano de turno hace crecer el porcentaje de entretenimiento que queda más o menos asegurado con las escenas de acción y las persecuciones.
Una película de fin de semana que te deja con un buen sabor de boca.
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