Tras enterarme que The Boondock Saints se consideraba una película de culto en algunos círculos, decidí que valía la pena echarle un vistazo y la verdad es que se trata de una película muy entretenida, con muy buenas secuencias y un estilo propio salvaje y épico.
La historia trata sobre dos hermanos que tras pelearse con un par de mafiosos tienen una epifanía religiosa y se dedican a repartir la venganza de Dios entre los peores de los pecadores. La trama en sí no tiene muchos secretos aunque contiene un par de giros interesantes e inesperados. Se trata de un guión veloz, que no se detiene a explicar casi nada y va directa a las escenas que importan, las que son más interesantes. De hecho, quizá es demasiado rápido y un par de escenas más calmadas en las que poder reflexionar no habrían estado de más.
Casi todos los tiroteos se presentan invertidos, primero vemos la investigación de la escena del crimen por parte del excéntrico y homosexual detective interpretado por un gran Dafoe y luego, o yuxtapuesto en una de las mejores secuencias, vemos el tiroteo en sí. Los dos hermanos gemelos protagonistas y su colgado amigo son grandes personajes principales a pesar de no tener una personalidad muy marcada. Son personajes fuertes y creíbles que mantienen la narración gracias a una escenas poderosas. Abusan un pelín de la cámara lenta pero siempre bien utilizada y para realzar momentos intentsos.
En definitiva, una película de acción entretenida y divertida que no te trata como a un imbécil. Me gusta poder encontrar películas así de vez en cuando. Próximamente veré la secuela que apareció el año pasado y ya os contaré aunque no espero que la supere.
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