Machete cuenta la historia de un ex-federale mejicano al que contratan para matar a un senador anti-inmigración y que es traicionado. La trama tiene su miga pero no es más que el vehículo de unas cuantas escenas de acción descacharrantes, unos personajes pintorescos y divertidos y un mensaje politizado.
La acción en Machete es brutal pero no llega a ser desagradable a pesar de lo que se muestra en pantalla. Robert Rodriguez se balancea en la cuerda floja jugando entre la risa de una violencia exagerada y el mal gusto del gore, consiguiendo un equilibrio que tiende hacia la risa y que resulta perfecto para un película como ésta. Los pocos personajes "serios" de la película: los villanos de Steven Seagal y Don Johnson, el propio Machete y el difícil papel de Alba están bastante logrados; el Torrez de Seagal el que más y la agente interpretada por Alba la que menos. El resto de personajes son gags en sí mismos y algunos de ellos, como la monja o el cura (la Iglesia se infla a repartir en esta peli) son impagables.
Rodríguez aprovecha toda la historia para plantar un mensaje entr político y moral sobre el trato de los inmigrantes mejicanos en los EEUU. Hasta casi el final, el mensaje se transmite mediante anuncios de campaña, un diálogo entre cocineros y otras escenas sutiles y divertidas hasta que ya llegando al clímax el Sr. Rodríguez ve necesario insertar un discurso patriotico innecesario. Y es que por mucho castellano que se hable en Machete, se habla más inglés.
A excepción del momento discurso encima del coche (odio los discursitos con toda mi alma) disfrute de la película como un enano y espero que todos vosotros hagáis lo mismo. Corto y cierro.
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