lunes, 25 de octubre de 2010

Rubicon: una serie diferente.

La primera temporada de Rubicon ya ha concluido en la AMC. De hecho, acabó el lunes pasado pero hasta hoy no me he asegurado de que ese fuese el final. Esta primera temporada no acaba en un bang como suele suceder con casi todas las series hoy en día y eso me dejó un poco desconcertado. Pero así es Rubicon, una serie de intriga sobre espionaje y conspiraciones en la que sólo se han disparado un par de tiros con varios episodios entre ambos. Rubicon convirtió su ritmo pausado y reflexivo en su sello de identidad, construyendo una atmósfera perfecta para que la trama se desarrollara como una lengua bífida. Además de los indispensables arcos de personajes y las tramas interiores de cada personaje, la trama principal de la serie ha estado dividida en dos desde el principio. Una de ellas, la verdadera trama principal, la investigación encubierta de Will sobre la conspiración empezó a rodar lento, muy lento, de manera que en los cuatro o cinco primeros episodios apenas sabía nada sobre la conspiración que se suponía iba a ser el espectáculo central en la arena del circo. Por otro lado, la otra trama de investigación analítica avanzaba con mucho mejor ritmo pero no tenía el mismo interés que la principal, pues era una trama tangencial, explotada para mostrarnos los entresijos de la extraña empresa donde trabajan casi todos los protagonistas; como si fuera una serie de médicos o policías. A media temporada más o menos, el ritmo de la serie fue aumentando poco a poco, con un toque exquisito, y los elementos de todas las tramas, interiores y de personaje incluidas, empezaron a encajar como piezas de Tetris que cada vez caen más rápido. Los tres últimos capítulos de Rubicon han sido muy buenos y el final de temporada sorprendente y misterioso. No he encontrado por la Red confirmación absoluta de una segunda temporada pero estoy seguro que la habrá. Rubicon ha tenido el coraje de hacer televisión a su manera, sin dejarse llevar por los ritmos y los temas imperantes en la televisión actual, sin exageraciones ni compromisos y gracias a eso ha encontrado su público; un público al que le gustan las cosas buenas.

2 comentarios:

  1. no entendería que no hubiera una segunda temporada.... no disfrutaba tanto desde hace tiempo... el ala oeste... lost... studio 60...

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